Para quien regresa despues de mucho tiempo, las cosas y los lugares resultan muy distintos.
En cambio para los que permanecen los cambios son paulatinos, casi imperceptibles.
Es como si contempláramos el pasar del agua en una suave corriente.
Sabemos que todo, mucho o poco, sufre trnasformaciones.
Necesitamos recurrir a la memoria, para intentar comparar el pasado y el presente.
Miraremos con detalle nuestro entorno, reconociendolo como nuevo.
Y te haremos partícipe de nuestros descubrimientos.
Con afecto y sin prisas.